
Los ejercicios suaves y de bajo impacto ayudan a las personas con movilidad reducida a no perder masa muscular mientras fortalecen los músculos y mejoran la circulación sanguínea. Además, su práctica previene fracturas indeseadas o caídas.
Practicar ejercicio es beneficioso para la salud y es especialmente ventajoso para las personas con movilidad reducida. Mantenerse activo físicamente ayuda a las personas que, por edad, discapacidad o un accidente, tienen problemas de movilidad.
Lo más importante es empezar con ejercicios suaves e ir aumentando, gradualmente, la intensidad. Siempre se tendrá que adecuar el programa de ejercicios a cada persona. Se aconsejan los ejercicios de bajo impacto porque consisten en movimientos fluidos que no son agresivos para las articulaciones.
Estos movimientos ayudan a las personas con problemas de movilidad a mantenerse activas y protegen su salud. Es decir, la práctica regular de ejercicio mejora la salud física y mental de las personas y aumenta la calidad de vida de las personas con movilidad limitada.
Muchas veces, para las personas con problemas de movilidad, hacer ejercicio puede suponer todo un desafío. La clave está en adaptar los movimientos y así conseguir mejorar la fuerza muscular o mejorar la flexibilidad sin poner en riesgo las articulaciones.
La actividad física aporta muchos beneficios a las personas con movilidad reducida. Estos son algunos:
Algunos de los mejores ejercicios para personas con movilidad reducida
El mejor consejo para empezar un programa de ejercicios es, sin duda, consultar con un profesional sanitario. El equipo médico será el encargado de revisar que los ejercicios sean los adecuados para cada persona.
Por otro lado, es importante comenzar con ejercicios de baja intensidad y, poco a poco, ir aumentando la resistencia y la duración. Además, las personas con movilidad reducida deben usar el equipo adecuado. Es decir, para asegurar que el ejercicio sea accesible, es necesario utilizar pesas ligeras, sillas ergonómicas, etc.
Como en todo, la regularidad es crucial. Ser constante con la práctica del ejercicio físico ayudará a beneficiarse de sus ventajas. Por otro lado, muchas personas ven que practicar el ejercicio en grupo les ayuda a motivarse. Las personas con movilidad reducida pueden encontrar un buen apoyo en grupos de ejercicio.
Por último, contar con el soporte de un cuidador a domicilio profesional también facilita la práctica de ejercicio. Este cuidador puede incentivar a las personas y recordar la importancia de practicar actividades físicas para la salud.
Además, el cuidador profesional está capacitado para revisar las actividades que tiene programadas una persona con movilidad reducida e ir ajustando según las necesidades de cada etapa. Si buscas un cuidador profesional a domicilio puedes solicitarlo a través de Atlàntida Dependencia, que, con más de 20 años de experiencia, ofrece diversas soluciones, como teleasistencia 24 horas o servicios de fisioterapia, para mejorar la calidad de vida de personas con dependencia.