
La flexibilidad ayuda a las personas a mantenerse saludables y, entre otras ventajas, previene enfermedades como la osteoporosis, la pérdida de equilibrio o de tono muscular. Además, tener una buena flexibilidad evita caídas, uno de los principales problemas en las personas de edad avanzada.
Hipócrates ya decía que todas aquellas partes del cuerpo que tienen una función, si se usan con moderación y se ejercitan, se conservan sanas, bien desarrolladas y envejecen lentamente.
En este sentido, si la flexibilidad no se va trabajando se deteriora. Por eso, la actividad física tiene un rol vital en los adultos. Según múltiples estudios, existe una clara vinculación entre calidad de vida y ejercicio, en los mayores. Para mejorar la flexibilidad, se aconsejan los ejercicios que movilicen las principales articulaciones del cuerpo.
Moverse a estas edades mejora la independencia funcional, la vitalidad, la autoestima, la salud mental, el funcionamiento cognitivo, etc. En resumen, el ejercicio físico vence al sedentarismo, el aislamiento y la pasividad, que a ciertas edades puede conllevar problemas mucho más graves.
Las personas mayores, por lo tanto, deben trabajar su resistencia, fortalecer sus músculos y mejorar su equilibrio y flexibilidad. No importa la edad, porque todos estos movimientos se pueden (y deben) adecuar a la condición física de cada persona y a sus necesidades, siempre bajo la supervisión de profesionales médicos.
Para mejorar la flexibilidad en los mayores es importante hacer estiramientos. Estos movimientos les aportarán mayor libertad, por ejemplo, para agacharse y atarse los zapatos o girar la cabeza y mirar bien a la hora de cruzar la calle.
Se aconseja estirar lentamente los músculos progresando hasta sentir una moderada tensión y mantener esa posición durante unos segundos. Contrariamente, hay que evitar los estiramientos que generen algún tipo de molestias y los ejercicios con rebotes.
Es muy bueno para la salud combinar estos ejercicios de flexibilidad con movimientos que trabajen más la resistencia o la fuerza. Así el ejercicio será completo y los beneficios para la salud mayores.
Las principales zonas que se deben trabajar con ejercicios de estiramiento son la parte inferior de la espalda y posterior de la pierna, el cuello y la cadera. Los ejercicios para mejorar la flexibilidad se pueden hacer diariamente y es importante tener en cuenta que nunca deben sobrepasar el umbral del dolor.
Quique Gòmez
Psicólogo Centro Médico Atlàntida