
La fisioterapia neurológica ayuda a los pacientes con problemas neurológicos a mejorar su independencia y autonomía y les enseña a desenvolverse de la mejor manera posible en las tareas del día a día.
La fisioterapia neurológica tiene como principal objetivo aportar conocimientos y herramientas para que los pacientes con lesiones neurológicas puedan mejorar la calidad de su vida y su autonomía para las actividades más habituales. Se trata de mejorar y mantener la movilidad de las personas, que han sufrido una lesión en el sistema nervioso.
La fisioterapia neurológica se aplica tanto en pacientes que presenten una lesión neurológica porque han sufrido un accidente vascular cerebral o un traumatismo craneoencefálico, como en pacientes con enfermedades neurodegenerativas (demencia, Parkinson, esclerosis múltiple etc.).
Durante las lesiones se enseña a estos pacientes nuevas posturas o movimientos que minimizaran y atrasaran posibles síntomas como los temblores, la rigidez o la fatiga, para mejorar su independencia. En este sentido, la fisioterapia neurológica mantiene o mejora las capacidades sensitivas y motrices de los pacientes y brinda calidad de vida no solo al paciente, sino a sus familiares y entorno más cercano.
Estos tratamientos permiten a estos pacientes a seguir realizando, en la medida de lo posible, las tareas cotidianas a las que estaban acostumbrados, y promoverá, además, las actividades de ocio que más valora esa persona como por ejemplo, caminar, subir escaleras, ir de compras, trabajar en el jardín…
Las sesiones de fisioterapia neurológica variarán en función de las necesidades de cada paciente. Una primera evaluación será indispensable para desarrollar un plan de tratamiento individualizado, en el cual se incluirán objetivos en corto y largo plazo. Además, el tratamiento se tiene que ir revisando periódicamente y adecuándolo a evolución del paciente.
Está demostrado que uno de los factores determinantes en la recuperación de muchas afectaciones neurológicas es iniciar rápidamente el tratamiento. Es decir, empezar un tratamiento de fisioterapia pronto aumenta las posibilidades de recuperación y que esta sea mayor. Además, siempre que se pueda, es positivo para la recuperación involucrar activamente al paciente en sus ejercicios y tratamientos.
Dra. Claudia Pueyo
Centre Mèdic Atlàntida