
El 31 de mayo es el Día Mundial Sin Tabaco. La Asamblea Mundial de la Salud instituyó este día mundial en 1987 para llamar la atención sobre la epidemia de tabaquismo y sus efectos letales.
Y es que más de ocho millonesde personas mueren cada año como consecuencia del tabaco, el mismo número de personas que fuman habitualmente en España.
Además, más de un millón de no fumadores —pero que están expuestos al humo del tabaco— también pierden la vida anualmente por respirar la sustancia, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Ante la magnitud de los datos, el tabaquismo es considerado la primera causa evitable de muerte en el mundo.
En España, el tabaquismo provoca la muerte de más de 50.000 personas al año. “Aproximadamente, el tabaco mata a mil personas cada semana, una cifra significativa, comparada con el número de muertes causadas por accidentes de tráfico”, explican desde el Área de Tabaquismo de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR). Estos alarmantes datos muestran la importancia de concienciar a la población joven para que no se inicie en el consumo de tabaco y de ayudar a los fumadores a dejarlo.
¿Cómo puedo dejar el tabaco?
El primer paso para dejar de fumar de una vez por todas es proponértelo y saber el motivo que te empuja a hacerlo. A partir de ahí, puedes seguir distintos métodos que te harán sobrellevar mejor los difíciles momentos de abstinencia, sobre todo los que vivirás, con más intensidad, durante los primeros días. Te recomendamos algunos de ellos.
Aparte de los diez consejos apuntados anteriormente, también debes valorar la posibilidad de recibir ayuda profesional, ya sea de médicos o de farmacéuticos.
Tratamientos farmacológicos y psicológicos
Existen diversos tratamientos farmacológicos y de ayuda para abandonar el tabaco, pero todos deben tener como base la voluntad del paciente de dejar el nocivo hábito. Entre estos recursos se encuentran los reemplazos con nicotina, como los chicles o parches, que ayudan a evitar la irritabilidad o la falta de concentración, típicas de los primeros días sin fumar.
También pueden resultar eficaces para aprender a vivir sin tabaco las técnicas psicológicas basadas en el control de la ansiedad, habituación y prevención de recaídas, y las terapias de grupo. Si algún amigo tuyo también está dejando de fumar, ¿por qué no os aliáis y dejáis de fumar juntos, compartiendo las estrategias que estáis siguiendo? Las reuniones con otras personas que se encuentran en la misma situación también suelen ser muy positivas.