
Una cama confortable, una temperatura adecuada en el dormitorio y la ausencia de ruidos ayudan a conciliar el sueño, pero también algunas costumbres, como mantener unos horarios de descanso o llevar un estilo de vida saludable. Te explicamos las claves para lograr un sueño reparador.
El sueño es unindicador de salud. Es, al igual que el ejercicio físico o la nutrición, un elemento indispensable en un estilo de vida saludable. Dormir menos de lo que debemos no solo hace que nos sintamos más cansados y malhumorados, sino que además puede aumentar el riesgo de padecer diversas enfermedades.
Procesos como ciertas dolencias cardiovasculares, respiratorias o metabólicas están ligados, entre otros factores, a la cantidad y a la calidad del descanso. Pero, ¿cuántas horas de sueño son necesarias? Esto varía para cada persona y depende de varios elementos, entre ellos la edad. Por ejemplo, durante los primeros meses de vida, los bebés duermen unas 16 horas durante el día, los adolescentes requieren alrededor de 9 horas de sueño y la mayoría de los adultos necesitan unas 7 u 8 horas para sentirse bien.
El insomnio, como se denomina a las dificultades para dormir, es, sin embargo, uno de los trastornos del sueño más comunes entre la población. Para evitarlo se puede recurrir a una serie de hábitos de conducta que faciliten el descanso y que se conocen como “higiene del sueño”.
7 hábitos recomendables para un descanso reparador
Es posible que, en algunos casos graves de insomnio, sea necesario recurrir a un tratamiento médico a base de fármacos, siempre prescritos por un especialista. Pero, en cualquier caso, existen algunas recomendaciones generales que pueden ayudar a prevenir y tratar los problemas del sueño:
Importante: dormir en un ambiente adecuado
Además de adoptar unos hábitos que favorezcan el descanso, es de suma importancia preparar y generar un correcto ambiente en la habitación:
No olvides…
¿Qué más debes tener en cuenta para conseguir un descanso reparador?
Una preocupación excesiva por las consecuencias de dormir mal puede alimentar el problema. Es importante aprender a relajar el cuerpo y la mente para descansar. Leer un poco o escuchar música relajante puede ser de gran ayuda cuando se tienen problemas para conciliar el sueño.
En caso de insomnio hay que evitar la toma de medicamentos sin prescripción médica. Cada caso debe ser valorado de forma individual por un doctor. Uno de los principales efectos secundarios de los somníferos de origen sintético es la somnolencia diurna. No ocurre así con los preparados de plantas medicinales de dispensación farmacéutica, como los productos a base de pasiflora, amapola de California o valeriana, pero también es aconsejable consultar con el doctor si tomar este tipo de productos naturales puede ayudar a mejorar el problema.
Muchos de los hábitos y de los tratamientos farmacológicos y naturales indicados para facilitar la inducción del sueño tienen como objetivo estimular la producción de melatonina, una hormona que fabricamos en la glándula pineal y que se encarga de controlar el ciclo del sueño y de la vigilia. Por otro lado, los ejercicios de relajación o la meditación son beneficiosos para aliviar los trastornos del sueño. La terapia cognitivo conductual sirve para restablecer las condiciones que favorecen el sueño y para aliviar la ansiedad que generan los problemas de insomnio.